viernes, 24 de febrero de 2012

La voz más increíble del mundo

Por Hugo Rodríguez


Con motivo del Día Internacional de la Mujer, mi amiga Viridiana Arias, periodista y locutora, me pidió, por mi trabajo como actor de doblaje, conseguir una entrevista con una de las voces de mayor fama no sólo en el doblaje mexicano, sino en el de todo Hispanoamérica.

Se trataba de la Señora Magdalena Leonel de Cervantes. Voz de actrices como Jane Seymour (Dr. Quinn: Mujer médico), Meryl Streep (África mía), Susan Sarandon (Encantada), Carrie Fisher (Princesa Leia, La Guerra de las Galaxias), y Sigourney Weaver (Allien), entre otras.

Magdalena Leonel De Cervantes. Actriz y directora, con luz propia.*

Es hija de dos leyendas de la radio y el doblaje, Don Raúl Leonel de Cervantes (voz de Walt Disney) y la Señora Magdalena Ruvalcaba (Janeth Leigh en Psicosis, Morticia en Los Locos Addams), hermana de Queta Leonel de Cervantes (Det. Olivia Benson en La Ley y el orden, y voz institucional de Discovery Home & Health), tía de Erica Edwards (Gabrielle Solís en Esposas Desesperadas), y cuñada de Juan Antonio Edwards (Jem en Matar a un ruiseñor).

La maestra con su padre, Don Raúl Leonel de Cervantes.*

Ex-esposa de Arturo Mercado Chacón (Simba en El Rey León), madre de Arturo Mercardo Jr (Voz Oficial de Mickey Mouse para Latinoamérica), y orgullosa dueña de Kaiser, un husky siberiano de ocho años al que considera su mejor amigo.

El primer acercamiento con la Señora Leonel, con quien llevo una muy linda y cordial relación, fue exitoso, la maestra, como yo la llamo, aceptó gustosa la entrevista, y me había permitido hacer el contacto con Viridiana. Sin embargo, cuando Arias intentó comunicarse con ella fue totalmente inútil, de modo que me pidió contactar nuevamente a la maestra para la cita. El cierre de edición era un miércoles y ya era lunes, teníamos el tiempo encima.

Por fin la contacté y quedamos de realizar la entrevista el martes 20 de febrero, a las 16:30 en su casa. Personalmente le pedí a Viridiana ser yo quien tomara las fotografías, lo cual aceptó,  y básicamente esa era mi única función en la entrevista, además de haber sido el contacto.

Llegó el día. Regresaba a mi casa después de un llamado de doblaje cuando recibí una llamada de Arias avisándome que no podría ser ella quien realizara la entrevista, que tendría que ser yo. Acepté aunque con un poco de miedo. Como mi única función era la de tomar las fotografías, naturalmente nunca pensé en las preguntas. Eran las 15:00 hrs.

Con mucha premura llegué a mi casa a alistar todo para poder sacar la entrevista, o por lo menos lo técnico. Preparé mi computadora, el micrófono, una consola portatil y todo el cableado. Además la cámara, su batería, los lentes y la pila. Metí todo en una maleta y salí a toda prisa.

Fue en el taxi cuando comencé a escribir algunas preguntas y a anotar datos que quería ampliar o conocer. Sólo estaba seguro de una cosa; como actor de doblaje vives en una entrevista/deja vú constante porque todo el mundo pregunta lo mismo y quieren saber las mismas cosas. Es normal, natural, pero llega a cansar; así que con esas experiencias, lo menos que quería preguntarle a la maestra Leonel, era a quién había doblado, en qué película/serie, y que me hiciera las vocecitas. Además como colega, se supone que esas cosas ya las sabes. Sería casi ofensivo.

Mi idea iba más allá, quería saber quién era, sus gustos, aficiones, conocer a su familia pero no la parte de celebridades, sino la parte humana. Lo que hacían los domingos, cómo eran sus vacaciones, cómo eran esas superestrellas cocinando o arropándolas a ella o a su hermana por las noches. Todo eso, en los veinte minutos que tardaría en llegar de mi casa a la de ella, con mi equipo pesadísimo, y el taxista haciéndome plática.

Llegué diez minutos antes de la hora, así que antes de tocar encendí un cigarrillo y retomé las preguntas. Al hacerlo, noté que poco entendía de lo anotado en el taxi y con un esbozo de sonrisa me relajé. Terminé mi cigarro, guardé mi cuaderno y me dirigí a la casa de la maestra.

Al ella abrir y después de saludarnos, preguntó por Viridiana, a quien sólo conocía por mis llamadas acerca de la entrevista. Le comenté que me pedía excusarla, le expliqué los motivos y sin mayor problema asintió con una sonrisa.

Al entrar a su casa me dirigió a su sala, muy bonita, muy limpia y sobretodo muy elegante. Mientras yo alistaba el equipo, la señora me ofreció un café y acercó una charola llena de panecitos que se veían deliciosos a los cuales, aún siendo diabético, no pude negarme. 

Cuando todo estuvo listo comenzamos la entrevista. Con ayuda de las cinco o seis preguntas que medio había logrado escribir, inició la plática, que era lo que me había imaginado y le había pedido, una plática y no un ping pong tedioso y aburrido.

Así fue, por la confianza que ya tenía con la maestra, se tocaron temas personales como su primer matrimonio, el nacimiento de su hijo, su divorcio, su segundo matrimonio y el reciente fallecimiento de su esposo.

De igual forma hablamos de sus padres, la entrada de éstos al radio, algunas anécdotas, y entonces ahora sí, tocamos el tema del doblaje. Le pregunté sobre sus personajes, películas dobladas, películas dirigidas, lo más fácil y lo más difícil, lo favorito, etc.

Finalizamos su entrevista, con una duración de 47 minutos, hablando del futuro y de lo mejor de su vida, que sin chistar contestó que su hijo y su fallecido segundo esposo, el Ing. Enrique Rodríguez López Montoya.

Detuve la grabación, y mientras guardaba mi equipo, la maestra soltó a Kaiser, su perro. Me sorprendió, porque otra de mis grandes pasiones es la canofilia, ver que un husky siberiano, un perro altamente activo, estuviera tan tranquilo, sobretodo en presencia de un ente ajeno y desconocido. Con la llegada de Kaiser hicimos las fotografías.

Magdalena Leonel de Cervantes en su casa de Cuernavaca.

Contemplaba la enorme casa de la maestra al acariciar a Kaiser, cuando la vi llegar con un cigarrillo en la mano. Me sorprendí muchísimo, todos estos meses de conocerla y apagar mis cigarros al verla entrar, y resultaba que nunca le había molestado el humo, y por el contrario fumaba.

Al ofrecerme un cigarrillo no me negué, para mí fumar es una de las actividades más íntimas, y compartir un cigarrillo me parece algo especial, no tanto por el cigarro mismo sino por el momento.

Para mi sorpresa, estuve dos horas más con la maestra. Platicamos de cosas muchísimo más personales, mucho más íntimas y la conexión que ya había, creció. Dejó de ser una visita por entrevista, y comenzó a ser un café, me atrevería a decirlo, de amigos.

A las 19:20 me despedí inmensamente agradecido, más que por la entrevista por lo que se habló después. En mi travesía por una entrevista, había podido resolver cuestiones que personalmente afectaban mi vida personal y que desde luego nada tenían que ver con el doblaje.

La maestra junto a su madre, la Sra. Magdalena Ruvalcaba.*

Encendí el último cigarrillo de la noche y estuve sentado un rato fuera de la casa de la maestra, pensando en toda esa experiencia. En la entrevista, las fotos, en la intimidad, en los consejos y todo lo demás. Agradecí mucho esa tarde y me sentí una persona muy afortunada.

Al terminar el cigarrillo detuve un taxi y regresé a casa. Por primera vez había un documento de viva voz, revelando la parte humana de una de las actrices más importantes del doblaje a nivel mundial. Y esa entrevista la había hecho yo. Acababa de entrevistar a mi actriz de doblaje favorita desde hace 16 años, cuando escuché por primera vez esa voz, la voz más increíble que mis oídos habrán escuchado.

La maestra Leonel con Kaiser.

*Fotografías tomadas del libro "El doblaje de voz" de Salvador Nájar.
Entrevista completa: http://soundcloud.com/yosoyhache/magdalena-leonel-de-cervantes

1 comentario: