viernes, 2 de marzo de 2012

Entrevista a Magdalena Leonel de Cervantes


Por Hugo Rodríguez

Magdalena Leonel de Cervantes Ruvalcaba es una de las actrices de doblaje más reconocidas a nivel Hispanoamérica. Tal vez el nombre no sea tan reconocido, pero si uno cierra los ojos y escucha su voz, es probable que le remita a series tan importantes como Dra. Quinn: Mujer médico, o a personajes como la aguerrida Cheetarah de la serie de dibujos animados Thundercats, o la Princesa Leia en la saga de culto La Guerra de las Galaxias o incluso si nos transportamos a la actualidad nos sorprendería escuchar a la elegante Bree Van de Kamp de Esposas Desesperadas.

Sin embargo el trabajo de Leonel de Cervantes no sólo ha quedado ahí, sino ha traspasado el trabajo actoral y le ha tocado ser quien dirija el doblaje de proyectos importantísimos como Tiburón, Aeropuerto, Selena, Shogun, Como perros y gatos, Volver al futuro, etc.

Es hija de dos pioneros del doblaje en el mundo (México es la cuna del doblaje), Raúl Leonel de Cervantes (locutor y presentador de televisión) y Magdalena Ruvalcaba (guionista, periodista, actriz y directora de doblaje). Es hermana de la también actriz Enriqueta “Queta” Leonel de Cervantes, famosa por dar voz a la Detective Olivia Benson en La Ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales y por ser la voz institucional del canal de televisión Discovery Home & Health. Es madre del actor y director de doblaje, Arturo Mercado Leonel de Cervantes, voz oficial de Mickey Mouse desde hace 10 años, y el segundo director con más proyectos de doblaje para cine (theatricals), sólo después de Ricardo Tejedo. Es ex-esposa de Arturo Mercado Chacón, uno de los actores con mayor versatilidad en el medio y con mayor trayectoria, y famoso por ser voces de innumerables personajes de la pantalla grande, siendo Simba de El Rey León, el más popular. Es cuñada de Juan Antonio Edwards, actor reconocido internacionalmente y que también ha incursionado en doblaje. Y tía de Érica Edwards (hija de su hermana Queta), quien actualmente es la voz promocional de Discovery Home & Health al lado de su madre, y además da voz a Gabrielle Solís (Eva Longoria) en Esposas Desesperadas, al lado de su tía.

En esta ocasión quisimos conocer más sobre su historia y experiencia en el doblaje abarcando temas desde familiares hasta empresariales, así como conocer su opinión y visión sobre las antiguas formas de realizar esta profesión, así como su evolución.

Hugo Rodríguez: ¿Qué se siente nacer entre estos personajes tan importantes para la radio, la televisión y el doblaje como lo fueron Don Raúl Leonel de Cervantes y la Señora Magdalena Ruvalcaba?

Magdalena Leonel de Cervantes: Es una sensación muy hermosa, pero a la vez algo natural para mí. Mi padre siempre decía, cuando llegaba por nosotros a la escuela o mis compañeras a pedirle autógrafos, que teníamos que admirar más todavía a los papás arquitectos, ingenieros, contadores o médicos, que él sólo explotaba un don que Dios le había dado y que no teníamos por qué sentirnos mejor ni mucho menos. Aunque quiero decirte que por profesión, él era contador público y mi mamá, corresponsal de noticias.

HR: ¿Es distinto crecer con padres famosos?

MLdC: En la época en que mi papá era muy famoso, y yo muy jovencita, los medios eran muy discretos. Eran personas muy condescendientes con el que era famoso. Y sí, cada vez que íbamos a comer o salíamos a algún lado, muy discretamente había gente se acercaba a pedir un autógrafo, sobretodo a mi papá porque él era el más conocido.
A mi mamá como trabajaba en radio o doblaje no la conocían tanto. Recuerdo que mi padre, para dar el autógrafo, siempre siempre se levantaba, se ponía de pie. En ese entonces no era un acoso, era algo muy respetuoso, no te hacía sentir incómodo, no te sentías agredido o invadido en tu privacidad.

HR: ¿De sus padres, quién entró primero a los medios de comunicación?

MLdC: Realmente mis papás empezaron juntos. Mi papá era contador público en una empresa muy importante, Constructora Técnica, que construyó los supermercados Sumesa, y criticaba mucho a los locutores porque a su parecer hablaban cantado y tenían algunos vicios. Como él se había criado en los Estados Unidos, gustaba del estilo de allá. Entonces un día, criticando, mi mamá le dijo: “Pues si eres tan  bueno, ¿por qué no lo haces tú?”, y le picó la cresta (RISAS).

Y entonces él empezó a estudiar el reglamento de comunicaciones, la Ley Federal de Radio y Televisión, y mi mamá lo ayudó. Entonces cuando mi papá estuvo listo, mi mamá también, y presentaron el examen juntos.

Mi mamá empezó a trabajar en una radiodifusora que se llamaba Radio Femenina con la hija de Tomás Perrín. Y mi papá empezó en una que ahora no recuerdo el nombre, pero después vino Radio Mil que fue donde tuvo el exitazo, y así empezaron los dos.

Por conocidos fue que mi madre entró a doblaje cuando éste recién empezaba y llegaban los primeros grupos de actores provenientes de Nueva York (donde habían sido previamente capacitados). Mi papá se enfocó en radio y televisión, aunque también llegó a hacer doblaje, Walt Disney, por ejemplo, es uno de sus trabajos más reconocidos.

Y mi mamá también hizo grandes cosas, fue una mujer sumamente talentosa, escribía novelas de radio, fue maestra de ceremonias cuando en aquella época una mujer haciéndolo, ni de broma, dirigía doblaje, lo actuaba, era muy completa, y además tenía una voz hermosísima, un registro muy especial y un color de voz muy particular. Morticia Addams es de las cosas que más se le conocen.

HR: ¿Cómo era el papel de la mujer en el doblaje?

MLdC: Yo siento que siempre ha sido muy digno. Nunca supe que existiera eso de marginar a la mujer porque mi papá era un hombre muy avanzado a su tiempo. En el doblaje tampoco sentí nunca discriminación.

Tal vez no se acostumbraba que la mujer dirigiera, mi mamá fue la primera mujer directora de América Latina.

Pero yo no siento que, al menos en lo que a mi me tocó de vida dentro del auge que hubo del doblaje o lo que le tocó a mi mamá, haya habido discriminación, no, o al menos yo no me enteré de ella. Siempre fue muy bonito el trato hacia la mujer, muy respetuoso.

Algo muy curioso fue que al año de haber entrado a doblaje yo ya dirigía. Sí fue una cosa extraña, creo que soy la directora, o la mujer o la actriz que, incluyendo a los hombres, ha empezado a dirigir más rápido que nadie, porque al año de haber entrado, no te sueltan una película importante y tampoco trabajas para dos empresas, trabajaba yo entonces para Candiani (Candiani Dubbing Studios) y para Sonomex (Sonomex Doblajes, S. A.).

HR: ¿Cómo fue ingresar siendo hija de dos personas tan respetadas en el medio?

MLdC: Bueno, para empezar las expectativas eran enormes. Recuerdo, que el maestro Fernando Álvarez (hijo de la cantante Sofía Álvarez) adoraba a mi mamá, le decía “mi eximia actriz”, entonces cuando el papá de mi hijo (Arturo Mercado Chacón) me presenta con él, me dice: “Pues vamos a ver, porque el talento no se hereda, eh...”, entonces era muy fuerte el que te estuvieran comparando con tu mamá, y más porque en ese momento mi mamá era una estrella.

Yo entré al doblaje ya grande (30 años) y fue a insistencias de mi madre, porque yo no era actriz ni tenía la menor intención de pertenecer al gremio (RISAS), pero como era la única que no estaba en esto, ella insistió en que estaba yo muy alejada, que hablaba otro idioma al que hablaba mi familia, y entonces le hice caso y fui.

HR: ¿Y cómo era el ingreso, a comparación, de una persona promedio?

MLdC: En ese sentido, como en muchas partes, existía la elite, de que: “Somos un grupo nada más y no vamos a permitir que ustedes entren…”. Hubo muchos compañeros a los que vi sufrir muchísimo porque les hacían pasar malos ratos y pagar cara la osadía de querer aspirar a ser actores de doblaje. De que había dureza para entrar, definitivamente, y para ambos sexos.

HR: Antes de hacer doblaje, ¿a qué se dedicó?

MLdC: ¡Ay, a mil cosas, mi vida! Desde secretaria ejecutiva bilingüe, que es lo único que sí sé que soy porque tengo un título que lo avala (RISAS), y vender productos AMWAY, HomeCare, etc., y profesora de Taquigrafía en Inglés y Personalidad Secretarial en la Academia Maddox durante ocho años. Nada que ver con lo que hacía mi familia.

HR: ¿Cómo fue su primer contacto con el medio?

MLdC: El papá de mi hijo cantaba en la orquesta de Ismael Díaz y yo siempre lo acompañaba, y un día falló una de las personas del elenco e iban a multar al maestro por no llevar el grupo completo, entonces me dijo: “Magdita, tú vienes siempre, tú ya te sabes las cosas, eres afinada… ¡pues canta!” (RISAS), y ahí debuté en Pedro Escobedo, Querétaro.

Y entonces ese fue mi primer contacto, y poco a poco entré a opereta, zarzuela, a hacer comerciales cantados, me puse a estudiar canto, y lo tomé muy en serio, dimos conciertos, en fin.

Pero seguía siendo maestra, sólo los fines de semana me disfrazaba de artista, entonces íbamos a cantar a diferentes lugares en México, hoteles, fiestas de gente muy importante que podía contratar una orquesta, eventos en el Teatro Libanés, etc.

HR: ¿Ha cambiado el doblaje más allá de lo tecnológico?

MLdC: Pues mira, a mí me ha tocado pasar por muchos sistemas, no sólo técnicos sino actorales, pero en esencia no creo que haya cambiado mucho. Tal vez algunos conceptos de lipsync, o que te quede perfectisisísimo (sic). A veces algunas personas intentan descubrir el hilo negro, y pues no.

Cuando yo era niña, la actuación era lo más importante, no tanto que no importaran las labiales (movimientos “labiales” de la boca: letras m, p, b.), pero si tú ves películas de hace muchos años como Los Locos Addams, Mi bella genio, etc., verás que te divierte mucho el oír a los actores hablando como gente común y corriente, a diferencia de ahora que tenemos un “dejito” de doblaje extraño donde tendemos a alargar y de llegar a los finales o a cantar, e imitar mucho al idioma que estemos doblando, en cuanto al acento.

Y la maquinaria con la que se graba también ha influido un poco. Nunca será igual grabar al lado de un compañero que te está dando tonos, que te está dando pies, a tu solito irte sobre un sólo track, eso está comprobado. Tú puedes hacer una buena actuación pero como la hubieras hecho teniendo a un buen compañero de atril no, nunca. Eso es imposible.

HR: ¿Cuántas empresas de doblaje había en ese momento?

MLdC: En ese entonces estaban CINSA (Cinematográfica Interamericana, S.A.), Oruga (Compañía Latinoamericana de Doblajes y Servicio Internacional de Sonido, ubicadas en calle Oruga, de ahí el sobrenombre), Rivatón (Rivatón de América, S.A.), Sonomex de los hermanos Rodríguez (que más tarde se volvería Estudios Sonoros Mexicanos y finalmente Procineas SLC), y empezaba la del Señor Carlos Salgado (Producciones Salgado) que estaba en Churubusco. Pero las grandes eran CINSA, Oruga, Rivatón y Sonomex.

HR: ¿Cuándo se funda Procineas SLC?

MLdC: Procineas (Sociedad Cooperativa de Producciones Cinematográficas y de Adaptaciones Sonoras) se formó a principios de 1982 debido a que hubo un problema con el STIC (Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica), de técnicos.

El dueño de la empresa (Enrique Rodríguez López Montoya, segundo esposo de Magdalena Leonel), tenía una sola sala de grabación, quería abrir otra, pero que las mismas personas que estaban adjudicadas al proceso técnico de una sola sala, pudieran hacer el trabajo en dos, eso les iba a reportar más dinero, pero el STIC no lo permitió.

Entonces él decidió romper con el sindicato y hacer su propia compañía con sus técnicos, los que él ya tenía de toda la vida, porque esta empresa viene de los hermanos Rodríguez, quienes grababan todas las películas de Pedro Infante, esto era una cosa adicional, no eran ningunos desconocidos, ni advenedizos en este campo.

La ANDA por consiguiente se toma del brazo con el STIC para darle apoyo y quita el servicio de actores, y la empresa se queda sin actores, excepto los que quisimos quedarnos, pero entonces la ANDA nos castiga.

Y entonces empezamos a trabajar con lo que había, que era un sindicato de actores independientes, muy lindos, muy capaces, no todos sabían doblaje pero siempre entraron a hacer lo mejor que pudieron y lo hicieron muy bien, y la empresa salió adelante como cooperativa independiente.

HR: ¿Ha cambiado el cine desde el punto de vista del actor de doblaje?

MLdC: Es curioso, a mí gustándome tanto el doblaje, no me gusta nada el cine. Las únicas películas que veo son en las que me toca trabajar (RISAS). ¡No, no es cierto, no tanto!

Por supuesto que ha cambiado el cine, su concepto, la forma de filmación, todo, sí ha cambiado, y a mí me parece que para bien. Yo creo que lo importante no es tanto el cambio, sino la evolución.

La vida va evolucionando, y al evolucionar, cambia. Y sin decir que algo es bueno o malo, fue funcional en su momento. Nos ha tocado doblar películas antiquísimas buenísimas y antiquísimas malísimas.

Las actuaciones varían, ya son más ágiles, más rápidas, el cine también ya es menos lento, pero sin catalogar si es bueno o malo, sino simplemente diferente.

HR: ¿Y en cuanto a las series?

MLdC: Eso sí ha sufrido mayores cambios, antes se acostumbraban mucho las películas de media hora, como Mi bella genio, Los Locos Addams, y actualmente se ha extendido y la mayoría son de una hora, que podrían ser ER, Esposas Desesperadas, La Ley y el orden, etc.

HR: Muchísimas gracias por su tiempo, le agradecemos infinitamente que nos haya concedido esta entrevista.

MLdC: Gracias a ustedes, mi vida, fue un placer.

Así es como una de las grandes divas del doblaje nos da un recorrido por el siempre sorprendente mundo del doblaje, regalándonos este desfile de estrellas y recuerdos, datos y nombres, que sin estos increíbles seres que tienen a bien compartir sus experiencias, quedarían enterrados en el desconocimiento o incluso el olvido del ciudadano de a pie.

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