viernes, 2 de marzo de 2012

¿Startale-que-cuá?


Por Hugo Rodríguez

Mucho se habla en doblaje acerca de los “startalents”, pero ¿qué son realmente estos extraños y confusos seres con tan simpático nombre? Bueno, son básicamente, gente nueva. Así de sencillo, gente nueva haciendo doblaje.

Un startalent es usualmente una figura pública que incursiona en el medio del doblaje como un truco de mercadotecnia. Se supone que cuando la gente se entera de una nueva película, se sentirá más atraída si la voz de uno de los personajes, pertenece a un famoso. Si funciona o no, eso no es algo de lo que hablaremos en esta crítica.

Todo mundo tiene derecho de trabajar en lo que sea, incluido doblaje. Sin embargo nadie quisiera que el carnicero nos hiciera una cirugía muy especializada de columna, ¿cierto? Entonces por qué habríamos de aceptar que alguien de una especialidad totalmente distinta haga el trabajo de alguien que ha llevado una preparación de muchos años (los estelares no los hace cualquier actor, sino aquel con la experiencia suficiente para hacer un excelente trabajo), mucho esfuerzo y que además jamás se le ha otorgado crédito alguno, más allá de las pocas personas que se interesan en saber quién dobló a qué personaje.

En sí no se trata de si es o no famoso, se trata de la calidad del trabajo. ¿Cuál es la diferencia entre un actor de fama nacional que jamás ha realizado doblaje, y un recién egresado de la carrera de pedagogía que tampoco nunca ha realizado doblaje? Ninguna, ¿no? Ese es el punto.

El proceso natural de un actor de doblaje comienza con la actuación. El doblaje como tal, es una especialización de la actuación (tampoco nada tiene que ver con la radio ni la locución). Posteriormente el actor cuando ha logrado entrar en una empresa de doblaje, será llamado para AMBIENTES, esto es, las voces de fondo en las películas, tal vez un hospital, un restaurante, etc., que se graban todos los actores al mismo tiempo. Conforme el actor crece, dejará los ambientes para realizar pequeños personajes, Policía 3, Voz Hombre Radio, Voz Mujer, y así sucesivamente.

De acuerdo al avance del actor, se le brindan oportunidades de realizar papeles un poco más grandes, hasta llegar a tener personajes fijos en series, y así hasta los estelares. Sí, es un proceso larguísimo, pero que sienta las bases para ser un buen actor de doblaje, cada escalón lleva al siguiente, los ambientes dan la soltura de la persona, esa soltura ayuda a hacer papeles de dos o tres frases, que juntando muchas de esas frases se podrán realizar papeles más y más grandes. De modo que no es ni será natural que una persona nueva realice un personaje estelar, sea famoso o no.

Ha habido casos que llaman “excepciones”, y el caso de Eugenio Derbez, conocido cómico mexicano, era uno de ellos. Todo mundo aplaudió en su momento su personificación de “Burro” en Shrek, y creyeron que era una maravilla. Pudo ser. Pero cuando tuvo que encarnar al actor Jim Carrey en “Sí, Señor” fue de las mayores decepciones dentro del público. Eso, y que Jim Carrey no sonaba a él, pues siempre ha tenido la voz de Mario Castañeda (conocido por ser la voz de Gokú en Dragon Ball). ¿Pero alguien sabe quién es Mario Castañeda? No.

Dejemos al experto que haga su trabajo, respetémoslo y démosle su crédito. Después de todo, ¿es su chamba, no?

Ya lo dijo Benito Juárez en su discurso de aceptación al Óscar la semana pasada:
“Zapatero a su zapato…”. O algo así.

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